Productos de alimentación, ordenadores, cosméticos, artículos de limpieza, vehículos y hasta ataúdes ecológicos se ofertan cada vez con más frecuencia en España, pero lo que podría considerarse como un avance en la lucha contra el cambio climático se reduce en ocasiones a una estrategia publicitaria.
El investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona Vicent Alcántara, ha explicado que incorporación de criterios ecológicos en las fases de fabricación y funcionamiento de los productos, “sería una oportunidad si se respetara la ley, pero a menudo se publicitan con etiqueta de productos ecológicos otros productos que no lo son”.
“Anunciar que un coche no emite dióxido de carbono es un disparate, porque incluso si utilizara pilas recargables, la fabricación de estas baterías también emite CO2 a la atmósfera”.
Alcántara defiende que los pilares básicos para una economía ecológica deberían ser las tecnologías limpias, las energías renovables, una reestructuración del transporte, la gestión eficiente de recursos y residuos y el “verdeo” de las empresas y de los hogares; pero también una gestión sostenible de la agricultura y los bosques y el respeto de los ciclos de agua.
“Siempre se gana más destruyendo el planeta porque es mucho más rápido destruir que construir” pero al mismo tiempo el modelo económico actual ya no supone un aumento del bienestar de la sociedad, según este experto.
Según este investigador, una economía ecológica debe entenderse como un nuevo modelo económico y “no como una oportunidad de negocio” .
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